Reino: Animal
Filum: Cordados
Clase: Aves
Orden: Galliformes
Familia: Phasianidae
Género: Alectoris
Especie: Alectoris rufa
Nombre común: Perdiz roja
Posee una longitud entre los 35 y 40 cm, con una cola que supera los 10 cm de largo. Cuenta con un cuello robusto, de pico fuerte y de color rojo brillante. Los ojos son algo rasgados y de color pardo claro. Su cabeza es gris y castaña.
El pecho y la zona superior del abdomen son de un color gris ceniza con tonalidad pardusca. El resto del abdomen y la parte inferior de la cola es, por el contrario, de un color anaranjado. Sus flancos son gris claro con franjas de colores blanco, rojo y castaño ribeteados de negro.
Las patas son de color rojo anaranjado y . Sus huellas son fácilmente reconocibles: el dedo central es el doble de grande que el de los dos laterales, situándose el dedo posterior en la misma línea que el frontal.
Vive en el sudoeste de Europa, Francia y la Península Ibérica. También se la encuentra en el sur de Inglaterra, aunque ahí fue introducida.
De hábitos terrestres y no migratoria, forma bandadas en tiempo de reproducción (enero y febrero). Esto tiene lugar en áreas abiertas, secas y pedregosas, poniendo sus huevos en nidos de tierra. Los machos pelean por las hembras y las montan en marzo o abril, pudiendo hacerlo el mismo macho con distintas hembras. Las hembras entonces buscan un refugio en el suelo, en depresiones ocultas, setos, surcos sembrados, etc. La nidada cuenta con un número variable de huevos, entre 12 y 18. Son de color amarillento rojizo con motitas marrones oscuras.
De la incubación normalmente se encarga sólo la hembra y tiene una duración aproximada de 23 días. Al poco de abandonar el huevo los pollos ya son capaces de buscar alimento por sí mismos, eso sí vigilados de cerca por su madre. En menos de un mes ya podrán correr y volar. A las crías de se les llama Perdigones.
Las perdices se alimentan principalmente de semillas, aunque los jóvenes suelen cazar insectos para completar su dieta con proteínas. También comen larvas, moluscos pequeños o gusanillos terrestres.
Podemos saber el sexo de la perdiz si nos fijamos en sus patas; los machos cuentan con espolones, mientras que las hembras carecen de ellos o son de un menor tamaño.
Otra forma es observar detenidamente el pico: en el caso de los machos las manchas negras que poseen en la base del pico y collar son más grandes y brillantes que en las de las hembras.
La longitud de las alas en las hembras es también menor que en la de los machos.
Ubicación del ejemplar observado: Móstoles (Madrid)